jueves, 11 de junio de 2015

La vida después del verano

    Estoy muy contenta de haber terminado ya al fin el curso, a sido un curso largo y cansado, pero creo que ha valido realmente la pena el esfuerzo que he dedicado, aunque creo que podría mejorar más, digamos que no he estado dispuesta en todo momento de ofrecer mi mejor lado, he tenido mis crisis de vaguedad, en las que me aplasta y no me apetece levantar la pata del sofá.

    Ahora que hemos acabado, no se, me siento vacía por dentro, es triste, porque sientes que no tienes ningún lado al que poder andar a, no tienes dirección. Agradezco el descanso pero me da tristeza saber, y tener la certeza de que dentro de poco todo terminara, y tomaré mis propias decisiones. Es algo de lo que todo adolescente piensa en algún momento de su etapa, de la edad esta del pavo, hahaha, piensas en que algún día tu madre ya no podrá tomar posesión de tus decisiones, porque ya eres mayor, pero realmente cuando te haces mayor, y tienes total libertad de elegir la dirección que vas a tomar, te olvidas de esos sentimientos infantiles de que tu madre es una mandona que no te deja nunca elegir, y sentirás que, en verdad, era todo un privilegio para ti tener a alguien quien decida lo que hacer.

   Osea que un consejo para aquellos jóvenes ingenuos que creen que su madre les controla por pura malvada diversión, disfrutad del momento, saboread vuestra corta libertada antes de adentrarte en esta sociedad que te aplastará, como una hormigita ante la falta de protección  de tu madre. La felicidad no dura para siempre, y mucho menos la infancia que, que es sinónimo de diversión sin límites, libertad sin reglas, ni expectativas que cumplir. Respirad cuando podáis, porque, en un soplo de tiempo, os daréis cuenta de que ya es tarde y que la presión de la sociedad te golpea con la fuerza de un huracán.

    Pero sin presión, la vida es corta y no esta hecha para preocuparse constantemente, dadle un nuevo sentido a todo esa nube de mal tiempo, y coloreadlo con un nuevo tinte, haced que vuestras vida envidiables. No digo que logréis una vida perfecta sin problemas, porque eso es imposible pero, solo digo que hagáis que la vuestras vidas sea una gran obra, y que cuando caiga el telón, procuréis no arrepentiros mucho.

Un abrazo diabólico